Epidemias
Una epidemia es la clasificación que se le otorga a una enfermedad que se propaga en un tiempo determinado por un país, acometiendo simultáneamente a un gran número de personas. La enfermedad puede o no ser contagiosa.
Enfermedades comunes que ocurren de manera constante y a una taza relativamente alta en la población se les consideran endemias. Tal es el caso de la malaria o el paludismo que afecta en ciertas zonas en temporadas específicas del año.
Una enfermedad epidémica se vuelve pandemia cuando se extiende a lo largo de toda una región o país, afectando la mayoría de sus pobladores, e incluso puede llegar a niveles continentales y mundiales.
Las enfermedades y epidemias ocurren como resultado de la interacción de tres factores: un agente, un anfitrión y el ambiente. Los agentes causan la enfermedad, los anfitriones son susceptibles a ella, y las condiciones ambientales permiten que el anfitrión se exponga al agente. Comprender la interacción entre el agente, el anfitrión y el medio ambiente es crucial al seleccionar la mejor manera de abordar la enfermedad para prevenir o controlar el continuo contagio de una epidemia.
En el caso de enfermedades infecciosas, las epidemias pueden ocurrir cuando un gran número de personas susceptibles son expuestas a los agentes infecciosos en lugares o bajo circunstancias que permitan al agente su propagación.
Virus de la influenza
La influenza es una enfermedad respiratoria, altamente infecciosa, causada por el virus de la influenza, una minúscula partícula que consiste en ARN –ácido ribonucleico- dentro de una capa de proteína. El virus de la influenza, como otros virus, sólo se puede reproducir al invadir una célula anfitriona, que le provee los nutrientes necesarios.
Los tres tipos del virus de la influenza A, B y C, están clasificados dentro de la familia de los orthomyxoviridae, que infectan a los vertebrados.
El virus de la influenza tiene un periodo corto de incubación, esto es que sólo son necesarios dos o tres días entre la infección y la aparición de los síntomas: fiebre, escalofríos, dolor de garganta y de cabeza; cuerpo cortado y tos. Los síntomas son señal de que el sistema inmunológico está trabajando arduamente para combatir la infección. Son causados por las citoquinas, unos químicos que producen la actividad de las células inmunes.
Una persona puede infectar a los demás con el virus al estornudar o toser, las partículas del virus son liberadas y el aire, sus manos y los objetos que toca la persona enferma se contaminan. De ahí la importancia de lavarse las manos constantemente cuando se está enfermo o cerca de una persona infectada.
Tripanosoma cruzi
La enfermedad de Chagas o Tripanosomiasis Americana, es un padecimiento silencioso poco conocido que causa la muerte. Fue descubierta en 1909 por Carlos Justiniano Chagas en Minas Gerais, Brasil. Se encuentra limitada al Continente Americano.
Es una enfermedad parasitaria crónica causada por un protozoario flagelado, el Tripanosoma cruzi; parásito que gusta de vivir dentro de las células que ataca particularmente el miocardio del corazón, esófago y colon.
Los triatominos en Jalisco son conocidos con el nombre de “chinche hocicona”, trasmiten la enfermedad al ser humano y a otros mamíferos a través de la perforación de la piel para succionar la sangre que los alimenta. Sin embargo, no se inocula directamente por medio de la picadura, sino que se deposita pasivamente en la piel a través de las heces contaminadas con el parásito del insecto, penetrando en el cuerpo por la herida que causa la picadura u otras abrasiones de la piel o la mucosa. El T. cruzi también se transmite por infección congénita, leche materna, transfusión de sangre o trasplante de órganos.
Los síntomas varían en el transcurso de la infección. Al comienzo, se padece fiebre e inflamación del lugar de infección. Conforme la enfermedad progresa, durante una etapa silenciosa que puede durar hasta veinte años, los síntomas crónicos más serios aparecen, como afecciones cardiacas y malformación de los intestinos.
E. coli
La bacteria Escherichia coli es un bacilo anaerobio, se mueve por los flagelos que rodean su cuerpo, no forma esporas, es capaz de fermentar la glucosa y la lactosa. Es una bacteria que se utiliza frecuentemente en experimentos de genética y biotecnología molecular.
La bacteria E coli habita de manera inocua dentro del intestino de los animales y del ser humano; y por ende también se encuentra en las aguas negras. Es necesaria para el funcionamiento correcto del aparato digestivo, sin embargo, la cepa E coli O157:H7 produce una potente toxina que puede ocasionar una enfermedad grave.
Los factores de riesgo son, entre otros, la reciente enfermedad de un familiar con la bacteria, consumir alimentos insalubres o beber agua contaminada. Los síntomas aparecen de 24 a 72 horas después de resultar infectado, dolor abdominal, diarrea, fiebre, gases, pérdida del apetito y en ocasiones vómito.
Virus de la fiebre amarilla
El virus de la fiebre amarilla es un flavivirus que se transmite a los humanos a través de la picadura del mosquito infectado Aedes aegypti. El mosquito abunda en zonas tropicales en América y África, también puede proliferarse en zonas húmedas alrededor del agua estancada.
El periodo de incubación es entre tres y siete días. No existe una cura para esta enfermedad, sólo una vacuna preventiva. Los síntomas pueden variar de inaparentes a mortales, en una primera fase éstos incluyen fiebre alta, dolor de cabeza, malestar generalizado, dolor de espalda, náusea, vómitos y pulso lento.
La segunda fase puede comenzar luego de una aparente mejora.
Del 20% al 50% de los pacientes que entran a una segunda fase mueren. Los síntomas son fiebre, vómito, dolor abdominal, deshidratación, ictericia, hemorragias internas, sangramiento por la nariz, boca y encías, sangre en la orina, fallo hepático y/o renal.
Peste negra
En la Edad Media se produjo una epidemia en la que grandes grupos de personas presentaban manchas negras en la piel que se debían a hemorragias subcutáneas. La llamaban Muerte Negra. En la actualidad estos casos no ocurren de manera frecuente, sin embargo, esta enfermedad aún no está erradicada.
La peste (del latín plaga, peste) es provocada por la bacteria Gram negativa Yersinia pestis. Se transmite de los roedores a los seres humanos por la picadura de una pulga infectada, por contacto directo por animales infectados o con sus productos.
Esta bacteria se multiplica en la sangre y en la linfa de quien la posee. Fiebre, hemorragias y aparición de ganglios linfáticos llamados bubones, son los síntomas de la peste bubónica o peste negra.
Para diagnosticar el padecimiento de la peste negra es necesario que se practique un examen microscópico directo y pruebas serológicas PCR para detectar las bacterias en las pulgas infectadas.
El tratamiento se realiza con estreptomicina, cloranfenicol o tetraciclina. Una vez que se padece esta enfermedad, se consigue la inmunidad de la misma.
Es necesario controlar los ectoparásitos y roedores y en algunos casos practicar la terapia profiláctica de las personas expuestas.
Actualmente se cuenta con vacunas para las personas en alto riesgo de morir por esta enfermedad.