La genética confirma los beneficios de echar una siesta

Un estudio genético del University College de Londres (UCL) concluyó que tomar siestas regulares de menos de media hora puede ser clave para tener un cerebro más grande y sano durante más tiempo. Según la investigación, las personas que duermen siestas tienen un cerebro 15 centímetros cúbicos más grande, equivalente a retrasar el envejecimiento entre tres y seis años. Estos resultados son considerados novedosos y emocionantes por los científicos.

Sin embargo, la cultura laboral actual desaprueba esta práctica, lo que dificulta que las personas puedan dormir durante el día. Aunque dormir la siesta puede retrasar el encogimiento natural del cerebro, no está claro su papel en la prevención de enfermedades como el Alzheimer. Pero, por otra parte, sí se sabe que la demencia se encuentra relacionada con trastornos del sueño, pues se cree que dormir mal daña el cerebro con el tiempo al provocar inflamación y afectar las conexiones entre las células cerebrales.

Un estudio basado en el ADN de 35000 personas reveló que quienes toman siesta tenían un cerebro 15 centímetros cúbicos más grande que los «no dormilones». Estos hallazgos detectaron la existencia de varios fragmentos de nuestro código genético relacionados con el bienestar y el descanso. Por ello, este estudio constituye un respaldo más a la importancia de las siestas cortas, no superiores a media hora, para mantener un cerebro más grande y sano.

Fuente: BBC Ciencia Más información: https://bbc.in/3r9bvvb